Antes de iniciar la Eucaristía, nos encontrábamos varias personas platicando con el sacerdote, y no recuerdo el por qué, pero salió a relucir un catálogo de zapatos y decíamos que nos gustaban mucho a lo que el sacerdote agregó:¨A mi lo que me gustan son las muchachas¨, refiriéndose a las modelos del catálogo, dicho esto sonó su celular, volteó hacia el cielo, levantó las manos y dijo: ¨¡No te creas Señor!¨
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