martes, 27 de octubre de 2009

Para Dios no eres invisible

El 21 de Octubre de 1989, le dije Sí a el Señor y comenzó mi caminar con él, y recordando algunos episodios de estos años me vino a la mente cuando un amigo me dijo que en el servicio no pasaba uno de perico perro, en pocas palabras que no valía la pena... esas palabras se me quedaron muy grabadas porque me dio mucha tristeza escucharlas.

Hay ocasiones, (muchísimas), en las que sentimos que nuestros servicio no vale y que incluso los demás nos ignoran y comenzamos a cuestionarnos si vale la pena. Encontré este video y como no creo en las coincidencias y si mucho en las diosidencias se los comparto, también nos servirá para nuestra vida personal.



jueves, 15 de octubre de 2009

Isaias 53:12


No cabe duda que donde sobreabunda el pecado, sobreabunda la gracia...

Al terminar un rosario en honor a la virgen de la Candelaria, un joven se puso de pie y pidió le permitieran dar su testimonio.

¨Un día estaba fuera de mi casa y pasó una hermana de la comunidad y me invitó a participar como Jesús en el viacrucis. Pensé que se estaba burlando, pues bien sabía de que había sido un drogadicto, pero decidí aceptar.¨

¨Al momento de ir caminando con la cruz a cuestas comencé a sentir que el que representaba al soldado me daba los latigazos con mucha fuerza, así que le dije que se estaba pasando, no me contestó, solo se me quedo viendo y continué caminando; sin embargo los latigazos siguieron siendo fuertes, así que le reclamé de nuevo. Me respondió mostrándome con lo que me estaba golpeando y era un látigo hecho de estambre, pero los latigazos yo los sentía fuertes. Seguí caminando y al mirar hacia la cruz vi sobre ella toda la porquería que con la que yo acostumbraba drogarme. Sentí un gran enojo porque pensé que, conociendo mi pasado, alguien había puesto eso para hacerme sentir mal, al voltear de nuevo hacia la cruz y ya no había nada... Lloré al entender que el Señor me estaba diciendo que también cargó con mis pecados y estaba permitiendo que experimentara un poco de el dolor de su sacrificio por mí¨.

¨Terminé el viacrucis dando gracias a Dios por su gran amor¨.