sábado, 28 de febrero de 2009

No caminamos solos

Sin importar lo entregados que estemos ni el amor que tengamos por Dios, el cansancio llegará, lo importante es saber a quien pedir ayuda.
¨Un día en particular me sentía muy cansada de todo lo que conlleva servir al Señor, sentía ese cansancio que a veces nos agobia. Me dirigía a la parroquia, hacía mucho frío y al llevar caminadas unas 10 cuadras comencé a orar y llorando le decía a el Señor que me sentía muy cansada y le pedía me fortaleciera y ayudara; al agachar la cabeza vi una túnica llena de tierra y unos pies descalzos llenos de polvo y sangrando, una voz me dijo: No importa cuanto tengamos que caminar, yo voy siempre contigo¨. ¨Fue una experiencia que me enseñó tanto, que me da fuerza para seguir cada vez que me canso¨.

martes, 24 de febrero de 2009

Doña Naty




En la capilla de Nuestra Señora de la Soledad había una servidora a la que llamábamos Doña Naty, que era ejemplo de fe. Su salud se vio muy afectada por la diabetes y fue perdiendo poco a poco la vista.

Un día llegó a casa de Mauricio, que en ese entonces era el líder de renovación en la parroquia, un hermano de Doña Naty a contarle que dos hijos de ella habían sido atropellados y fallecieron; debido a la delicada salud de su hermana y a que hacía 2 años que había ya perdido un hijo en un accidente laboral, nadie de la familia se atrevía a darle tan devastadora noticia.

Poniéndose en oración por un momento, Mauricio salió con la biblia en las manos. Llegó a la casa de Doña Naty, y la preparó leyéndole Apocalipsis 3:10 ¨Has guardado mis palabras, que ponen a prueba la constancia, pues yo te protegeré en la hora de la prueba...¨, después de estas palabras le dio la noticia.

Doña Naty en medio de su dolor agradeció a el Señor haberle dado a sus hijos.

Ante testimonios como estos no nos queda mas que recordar aquellas palabras de Pablo: ¨Todo lo puedo en aquel que me fortalece¨ Filipenses 4:13

jueves, 19 de febrero de 2009

Dios quiere perdonar

Que difícil es no juzgar y que grande la misericordia de Dios.
Durante una homilía en la capilla de Nuestra Señora de la Soledad, el Padre Saturnino, que en paz descanse, nos contó sobre una visita a un enfermo.

¨Fui a visitar un enfermo, al entrar a su casa lo encontré en la cama y al verme me dijo que el no merecía el perdón de Dios, que el estaba enfermo de SIDA y había contagiado a su esposa e hija¨. ¨Cuando le pregunté si quería recibir el cuerpo de Cristo me repitió que el no merecía el perdón de Dios y entonces le dije que si Dios no lo quisiera perdonar, yo no estaría ahí, que si Dios me había llevado era porque lo quería perdonar. Y le dije mañana vengo para que te confieses y recibas la comunión, volví, se confesó y comulgó¨.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Luz de Cristo que transforma



Al terminar la celebración del sábado de gloria nos encontrábamos guardando lo utilizado en la ceremonia cuando una de los hijos de los coordinadores del ministerio de alabanza se acercó a el cirio y lo movió y una buena cantidad de cera cayó sobre su cabeza, mi esposo de inmediato le puso las manos en la cara para que la cera no fuera a quemarlo y subió las manos de manera que todo el cabello le quedó cubierto de cera haciéndole un peinado que causó bastante gracia.

No cabe duda de que quien se acerca a la luz de Cristo, definitivamente no se va igual.

martes, 17 de febrero de 2009

viernes, 13 de febrero de 2009

Mejor no me ayudes


Cuando conocemos a el Señor a veces hacemos actos de misericordia inesperados... no todos salen bien.

Cierta noche estando en el frente de mi casa, me llamó la atención una catarina que estaba subiendo por la pared acercándose hacia el foco que estaba encendido. La observé por un momento y luego me entretube en otra cosa; rato después la busqué de nuevo y me dí cuenta de que la pobre catarina estaba siendo atacada por una pequeña araña que ya la tenía atrapada, así que me decidí a salvar a la catarina de las patas de la aprovechada araña. Tomé dos palitos de escoba y rescaté a la catarina pero ahora había que desenredar la telaraña en la que estaba envuelta, así que con un palito la sostuve y con el otro jalé la tela y la catarina voló , ejem, pero no como lo había planeado, sino que al jalar un hilo de la telaraña en lugar de desenredarla la catapulté contra la pared. La encontré a mis pies y aún se movía, la levanté decidida a continuar con el rescate pero la catarina que hasta antes de levantarla aún se movía, de pronto dejó de hacerlo; la coloqué sobre una mesa esperando que comenzara a dar señales de vida. En lo que yo esperaba que la catarina reaccionara apareció una hormiga, se acercó y se la llevó arrastrando... mmm... pensándolo bien el acto de misercordia no salió tan mal... pregúntenle a la hormiga.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Auxilio espiritual

Durante las horas santas en Nuestra Señora de la Paz se acostumbra  apagar las luces, sólo queda una pequeña luz que ilumina el Santísimo.

Durante una hora santa de septiembre de 2008 a el Señor se le ¨ocurrió¨ que una bendita mujer cayera en descanso en el Espíritu causando inquietud en algunas personas no acostumbradas a estas manifestaciones del Señor. Vi como varias personas se levantaban de su lugar para atender a la mujer que estaba tirada en el piso, entre quienes se acercaron estaban Doña María (vamos a llamarla así). El Sacerdote pidió que solo la atendiera una persona porque lo que le estaba pasando era un regalo del Señor y continuó con la oración; con incredulidad (y debo decirlo que con una sonrisa) veíamos como Doña María le comenzó a dar respiración boca a boca y hasta le daba masaje a el corazón mientras varias personas de la comunidad trataban de convercerla de que lo que estaba pasando era que la mujer estaba teniendo un encuentro con el Señor, pues no, Doña María insistía. Se acercó un Señor y le hizo señas a el ayudante de el Sacerdote para que encendiera las luces, a lo que le respondió que no, el angustiado hombre, se subió a el presbiterio y gritó:¨¡Un médico!¨ por lo que algunos comenzaron a inquietarse aún mas.
Rato después veo a través de los cristales luces azules y rojas y de rato entra un policía , mi esposo sale y le explica a el policía y a un joven que estaba con él que este tipo de cosas ocurren en ocasiones cuando la gente tiene un encuentro con el Señor entonces el policía dijo: ¨Entonces voy a cancelar la ambulancia¨ ¡ya venía ayuda médica en camino! El joven le comentó a mi esposo que él había llamado la ambulancia debido a que se había asustado con lo que estaba pasando.
Doña María tomó su bolsa y salió, por lo que pude notar, indignada creyendo que a la mujer no se le había prestado ayuda.
Al encenderse la luces vimos como ayudaban a la mujer a incorporarse y la sentaron en una banca.

No pudimos evitarlo, varios salimos con una enorme sonrisa en los labios.

No cabe duda de que a Dios, con tal de que nos encontremos con él, no le importa mover multitudes.

martes, 10 de febrero de 2009

Llamada de atención

Antes de iniciar la Eucaristía, nos encontrábamos varias personas platicando con el sacerdote, y no recuerdo el por qué, pero salió a relucir un catálogo de zapatos y decíamos que nos gustaban mucho a lo que el sacerdote agregó:¨A mi lo que me gustan son las muchachas¨, refiriéndose a las modelos del catálogo, dicho esto sonó su celular, volteó hacia el cielo, levantó las manos y dijo: ¨¡No te creas Señor!¨

lunes, 9 de febrero de 2009

Mi Dios está...?


Es miércoles por la tarde, la celebración Eucarística comenzará en unos minutos, como hoy no hay ministerio de música, dos piadosas señoras de el ministerio de liturgia deciden ensayar un canto de entrada.
Toman un pandero, se van a sus lugares, entra el sacerdote y comienza el canto: ¨Mi Dios está vivo, el no está muerto...¨ pero una de ellas canta: ¨Mi Dios está muerto, él no esta vivo, mi Dios está muerto, él no esta vivo...¨, el sacerdote sonríe y voltea a verlas, es entonces que la improvisada cantora se da cuenta de lo que estaba cantando. Apenada, corrige después de que el sacerdote las invita a continuar y confirma su fe: ¨Mi Dios está vivo, él no está muerto...¨