Cuando mi hijo nació, los médicos le dijeron a mi esposo que tal vez no iba a lograr sobrevivir, ya que nació con varias malformaciones.
Mi esposo entró al área de cuidados intensivos y cuando vio a David, nuestro hijo, el bebé no se movía, entonces mi esposo oró: ¨Señor si va a sufrir mucho, llévatelo¨, acercó su dedo a la pequeña mano creyendo que no iba a tomarlo, para su sorpresa , David apretó con fuerza su dedo y comenzó a moverse mucho como diciéndole:
¨Yo quiero luchar, yo quiero vivir¨.
Ese David ha vencido mas gigantes que el David bíblico, ha vencido la muerte varias veces, juega, corre y ríe a carcajadas, ese al que creíamos débil ha sido ejemplo de fortaleza y me ha dado lo predica mas bella y poderosa acerca de la misericordia de nuestro Dios y de amor a la vida y aún sigue diciéndonos con sus batallas ganadas a la muerte: ¨¡Yo quiero luchar ! ¡Yo quiero vivir!¨
2 comentarios:
Verónica!!! gracias por tu visita,vine de inmediato de paseo.¿Te das cuenta? para Dios no existe nada imposible.Realmente me conmovió tu experiencia de vida, David seguirá luchando porque vino a dar fortaleza y a recordarnos que Dios siempre está presente.
Muchos cariños
Dios es tan indescriptible!,
en verdad creo que no existe un concepto que pueda describir la grandeza de Él.
Más sin embargo; al encontrarnos con lecciones de vida, de amor y fe como lo es esta historia, pienso que ni siquiera existen las palabras... solo basta con mirar Su Eterno Amor allí. Bendiciones y 1000 gracias!
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