El estar en gracia no es solo buscar nuestra salvación, es estar disponibles para la obra de Dios...¨Realicé unas compras y me dirigí a el baño, al salir, por el pasillo venía corriendo una empleada de la tienda, se veía angustiada. Yo seguí caminando pero frente a mí apareció una escena impactante.
En la caja registradora, sentado, se encontraba un hombre alto, ya mayor, desvanecido, detrás de él, sosteniéndolo una de las empleadas mientras otro empleado lo sostenía por el frente, el hombre estaba de un color amarillento pero de un momento a otro, se puso completamente pálido; yo sentí en mi corazón que el hombre estaba muriendo y que debía orar porque no muriera ahí, en una caja registradora, en medio de desconocidos¨.
¨Vino a mi mente una imagen de él, en una cama, rodeado de varias personas, yo entendí que era su familia, así que oré: Dios, concédele terminar con su familia los últimos días de su vida y no aquí entre desconocidos, en una caja registradora. De pronto el color volvió a su cara y reaccionó, siendo que hasta hacía unos instantes su aspecto era de un muerto, cuando sucedió esto, yo salí de la tienda y en eso llegaba la ambulancia.¨
¨Al salir sentí fuertemente el que debemos estar preparados, abiertos a orar en todo momento, estar en gracia porque no sabemos cuando ni donde nos va a tocar pedir por algo fuerte, hay que recordar que la oración del justo Dios no la rechaza¨.
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