jueves, 24 de septiembre de 2009

Congreso mixto 2009

Les comparto algunas imágenes de el congreso que se llevó a cabo el 12 y 13 de Septiembre, donde el Señor llegó como brisa suave a regalar de su paz...

martes, 15 de septiembre de 2009

Los vientos fuertes despejan cielos


Esos recaditos de parte del Señor que nos da tanto miedo dar...

Durante una hora Santa se nos pidió que oráramos en parejas los unos por los otros, así que comencé a orar por la persona que tenía a mi derecha. Vi la imagen de un cielo despejándose y sentía unas palabras que eran: ¨Los vientos fuertes sirven para despejar los cielos¨. Sentía una gran necesidad de buscar a esta persona por la cual estaba orando y que hacía unos minutos había salido del salón, pero pensaba que no era muy bueno eso de salirme del lugar en plena hora santa (ya después me di cuenta de que estaba justificando mi miedo de ir a decirle a esta persona algo que me hiciera quedar en ridículo), pero la sensación que tenía de buscar a esta persona y darle ese recado de parte del Señor no me dejaba estar en paz, así que salí y se lo di . Lloré más que ella (ha de haber pensado que estaba medio loquita) porque a mí las muestras de misericordia que tiene Dios me conmueven mucho. Aún me sorprende como él, el poderoso, el grande, el todo, tenga esa ternura hacia nosotros. Después de un tiempo esta persona me dijo que en esos momentos el dolor la estaba destrozando y que a la semana el Señor despejó su cielo.

Me alegra haber vencido mi miedo y no haberme quedado callada, porque el Señor le estaba diciendo con esto ¨me importas y me estoy haciendo cargo¨.

martes, 8 de septiembre de 2009

Tan rico que a todos nos dejó herencia



Quien tiene a Dios es inmensamente rico...
Alguna vez un sacerdote dijo que la muerte es la manera que Dios tiene de reclamar lo que es suyo, y hace dos días reclamó para sí a Hilario, un integrante del ministerio de alabanza Israel de Ciudad Juárez. Después de algunos meses de enfermedad, el Padre lo llamó a sus brazos, brazos en los cuales su sufrimiento terminó y ahora descansa.
Yo lo conocí hace más de 15 años cuando el Señor lo atrapó con su amor en la capilla de Nuestra Señora de la Soledad, ahí comenzó a caminar de la mano de Dios. El Señor lo llamó a servir al ministerio de alabanza. Era deportista y tenía talento para tocar el teclado, pero tal parece que su mayor talento era ganarse el corazón de las personas, pues la funeraria no se daba abasto con la gente que acudió.
Al enterarnos de su enfermedad se inició una cadena de oración de 24 horas al día, así que durante unos cuatro meses estuvimos orando día y noche por él, y aunque yo no tenía una relación cercana con él, tengo que decir que es imposible no llegar a amar en Cristo a una persona por la cual oras. Nos dejó a todos los que lo rodeamos una herencia muy valiosa... su testimonio. Cuando se lo permitía su salud acudía a las juntas, su fe se mantuvo hasta el final. Como matrimonio él y su esposa dieron ejemplo, ella estuvo incondicionalmente a su lado demostrándole su amor y él pensó en ella hasta el último momento.
Hoy al terminar la celebración eucarística su esposa dirigió unas palabras: ¨Gracias a todos por acompañarnos, por sus oraciones, se que formaron una cadena de oración de 24 horas al día por su sanación, y ya está sano. Se que lo querían vivo, yo también lo quería vivo, pero ya está en manos de mi papá. No teníamos papá terrenal, pero teníamos nuestro Padre en el cielo.¨ ¨El lunes que fueron a orar por él, el Señor regalaba una visión, el Padre lo abrazaba y lo besaba y decía: déjenmelo, déjenmelo. Yo creí que solo por ese momento, pero no fue así.¨
¨Yo se que él está bien... el domingo mi hijo mayor me dijo: Mamá, papá me está hablando, le pregunté ¿y que te dice? y me contestó: Que está bien.¨
Para despedirlo se entonaron alabanzas de gozo. Ya no está físicamente, ya no lo veremos, ni lo escucharemos, sus manos ya no tocarán el teclado, pero su alabanza sigue y su paso por este mundo dejó huella.
Gracias Señor por su vida y gracias Hilario por dejar huellas dignas de ser seguidas... nos vemos luego... en casa de Papá.