martes, 24 de agosto de 2010

Rematadamente locos

Este fin de semana se llevó a cabo el congreso mixto organizado por el movimiento de renovación en Ciudad Juárez. Fue especial ya que se celebraron 25 años de tener este tipo de eventos en la ciudad.

Cuando se acercaba el congreso, el Señor comenzó a avisarnos que se avecinaban prueban espirituales fuertes, y así fue.

Yo pensaba que para servir al Señor era necesario estar loco, pero creo que en este congreso me di cuenta de que no es verdad, no se necesita estar loco, es necesario estar rematadamente loco.

Servidores que perdieron seres queridos durante la realización del evento, no se quedaron en su casa y siguieron haciendo su servicio. Durante los dias previos al evento sucedieron varias cosas en la vida de los servidores,carros descompuestos, plagas, problemas fuertes con los hijos,enfermedad, problemas en el trabajo, etc., y en medio de tooooodo, pero tooooooodo esto, se le daba la gloria a Dios y se pensaba que si todo esto estaba sucediendo era porque Dios seguramente haría algo grande ¡en que cabeza ¨sana¨ cabe el reaccionar así! Ver en los problemas una señal de bendición es algo propio de una mente ¨loca¨.

Tristezas van tristezas vienen, problemas por aquí y por allá y sin embargo ahí estamos, sirviendo a aquel que un día llegó a movilizar nuestra vida de una forma que jamás hubieramos imaginado.

¨La gente dice que somos los locos de la ciudad¨, dice una alabanza, y es el mejor de los calificativos que se nos puede dar.

Cómo quejarnos de las pruebas que Dios nos envió, cuando durante el evento se sintió cómo Dios liberaba corazones, y entre esos corazones, estaba el de un joven que destrozado por el dolor confesó que a sus 15 años ya debía varias vidas.

La prueba en el momento es difícil, practicamente insoportable, pero cuando ves a Dios actuar cómo él suele hacerlo, caes de rodillas, lo alabas y le das gracias por tener el honor de ser un invitado a ser su instrumento.

Gracias Dios por hacer nuevas todas las cosas...

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