martes, 24 de agosto de 2010

Oración de liberación por nuestra ciudad



Esta oración la comparte el Padre Eduardo Hayen, quien es un exorcista.

Ojalá puedan compartir esta oración con sus conocidos.

ORACION PARA LA LIBERACION DE LA CIUDAD

En el nombre de Jesucristo, te pedimos Padre,
que liberes nuestra ciudad de todo mal
de todo pecado cometido en ella
incluso antes de que viviéramos aquí.
En el nombre de Jesucristo,
que con su muerte y resurrección
venció al reino de las tinieblas,
que nada ni nadie haga mal
a nuestras familias, vecinos y amigos,
compañeros de trabajo, de estudio,
hermanos de sangre, hermanos en el Espíritu.
En el nombre de Jesucristo,
que todo agente de mal quede atado
para no perturbar la vida de nuestra ciudad,
de nuestro trabajo terrenal y espiritual,
de nuestras súplicas y oraciones,
de nuestros negocios y estudios,
de nuestra salud, de nuestras finanzas,
y de toda obra que hagamos en este día y para siempre.
En el nombre de Jesucristo,
que todo espíritu maligno que perturba nuestra ciudad
quede atado con cadenas irrompibles y sea enviado a los pies
de nuestro Señor Jesucristo
para que El lo envíe al lugar donde debe estar.
Que el poder de la Sangre preciosa de Jesucristo
cubra nuestra ciudad y nuestros hogares
en todos sus ángulos y rincones,
que una legión de ángeles escolte a quienes en esta ciudad
murieron sin amor, los que fueron asesinados o cometieron suicidio
o murieron en la angustia, miedos o cualquier forma de atadura
con el mal,
perdónalos y libéralos
para que puedan contemplar tu rostro en el Cielo.
Y tu ¡Oh Espíritu Santo!
inunda nuestros hogares, nuestros centros de trabajo,
calles, plazas y parques, trayendo la conversión a Dios, la paz
y la alegría de vivir como hijos de Dios.
Amén



Rematadamente locos

Este fin de semana se llevó a cabo el congreso mixto organizado por el movimiento de renovación en Ciudad Juárez. Fue especial ya que se celebraron 25 años de tener este tipo de eventos en la ciudad.

Cuando se acercaba el congreso, el Señor comenzó a avisarnos que se avecinaban prueban espirituales fuertes, y así fue.

Yo pensaba que para servir al Señor era necesario estar loco, pero creo que en este congreso me di cuenta de que no es verdad, no se necesita estar loco, es necesario estar rematadamente loco.

Servidores que perdieron seres queridos durante la realización del evento, no se quedaron en su casa y siguieron haciendo su servicio. Durante los dias previos al evento sucedieron varias cosas en la vida de los servidores,carros descompuestos, plagas, problemas fuertes con los hijos,enfermedad, problemas en el trabajo, etc., y en medio de tooooodo, pero tooooooodo esto, se le daba la gloria a Dios y se pensaba que si todo esto estaba sucediendo era porque Dios seguramente haría algo grande ¡en que cabeza ¨sana¨ cabe el reaccionar así! Ver en los problemas una señal de bendición es algo propio de una mente ¨loca¨.

Tristezas van tristezas vienen, problemas por aquí y por allá y sin embargo ahí estamos, sirviendo a aquel que un día llegó a movilizar nuestra vida de una forma que jamás hubieramos imaginado.

¨La gente dice que somos los locos de la ciudad¨, dice una alabanza, y es el mejor de los calificativos que se nos puede dar.

Cómo quejarnos de las pruebas que Dios nos envió, cuando durante el evento se sintió cómo Dios liberaba corazones, y entre esos corazones, estaba el de un joven que destrozado por el dolor confesó que a sus 15 años ya debía varias vidas.

La prueba en el momento es difícil, practicamente insoportable, pero cuando ves a Dios actuar cómo él suele hacerlo, caes de rodillas, lo alabas y le das gracias por tener el honor de ser un invitado a ser su instrumento.

Gracias Dios por hacer nuevas todas las cosas...